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miércoles, 15 de abril de 2015

Sueño olímpico

Hoy ha sido bastante productivo para el viaje. Lo primero de todo, hemos desayunado en el "buffet" del albergue. Eran las 7:40 cuando cogimos el autobús para ir al CERN. 

El CERN era la piedra angular del viaje de estudios, lo que en teoría te hacia elegir este viaje en lugar del de Roma. En el CERN se estudia el porqué de las cosas, la física fundamental; saber como funciona el universo, pero sin ninguna aplicación. Ahí se concentra lo más "top" de lo "top" de los físicos e ingenieros de todo el mundo, los más brillantes. Es un lugar limpio, donde el personal se traslada en bici, y que está inmerso en plenos Alpes. Dentro nos han hablado de cosas de física que parecían interesantes, pero estaba demasiado dormido como para atender. Tampoco os voy a contar temas de física que nadie va a entender. A las 12 de la mañana, cuando todavía quedaba 1 hora de charla, ya me "rugía" la tripa de hambre para comer; el horario europeo es así. Me he comprado una camiseta de recuerdo del CERN por gastarme algún franco. A la 1, comimos en el comedor del CERN; estaba baratillo al ser una organización subvencionada. 

Lo mejor del día estaba por venir; después de comer, nos montamos en un bus rumbo a Lausana. En Lausana está la sede del COI (Comité Olímpico Internacional), y también el museo olímpico. Nosotros íbamos a ver el museo olímpico. Lausana es una ciudad pequeña, pero con alto nivel de vida; hay muchas instituciones internacionales ahí -también está el TAS-. También cuenta con un lago -creo que es el mismo lago de Ginebra- y unos paisajes espectaculares. En los alrededores del museo olímpico se erigían bastantes esculturas de deportistas míticos. En la entrada había un listón de salto de longitud colocado a 2,45 metros (la altura del récord del mundo de Sotomayor). El museo era grande; tenía 3 plantas espaciosas. Además, en la primera planta, había una exposición itinerante de la evolución en las retransmisiones del los Juegos Olímpicos. Éste es un aspecto muy relevante porque una competición tiene tanta repercusión en la gente como la que le den los medios de comunicación. Lo que es puramente el museo estaba repleto de reliquias deportivas (medallas, camisetas, raquetas, bicis...) y había varias salas para ver vídeos. La experiencia ha sido muy enriquecedora, ya que soy muy "friki" de todo lo relacionado con el olimpismo y el espíritu olímpico.

Después, -aunque me hubiera gustado estar más en Lausana- el autobús nos volvió a dejar en Ginebra. Allí, dimos un paseo en barca; fue sorprendente que no nos pidieran la tarjeta de transporte. En Suiza se fían de que vas a pagar y confían en la bondad de la gente -muchas bicis están aparcadas sin cadena-. Luego, vimos alguna tienda, cenamos y fuimos al albergue. 

Mañana toca volver al CERN, que no nos ha dado tiempo a ver una sala que, al parecer, debe ser "top". Más tarde, veremos más a fondo Ginebra (creo). Buenas noches











































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